Si desea reproducir este escrito, solicite la autorización al autor
Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
EL CURA CONFESOR
El Padre me toca y me dice que vaya a él.
Que a Dios le gusta que esté con él.
No entiendo mucho.
Usa palabras raras.
Me pregunta si mi padre me hace eso.
Le digo que no.
Lleva mi mano a su cuerpo,
tapado por la sotana.
Arrastra su mano por mi espalda.
Siento frío.
Tiemblo.
No sé qué hacer.
Me pide silencio.
No se si está bien o está mal
lo que me pide que haga.
No sé si está bien
lo que él tocándome, me hace
cuando quedamos solos,
en silencio.
Con voz agitada
reza mientras me toca.
Esa parte suya se pone dura
mientras le habla a Dios.
Yo no entiendo nada.
No sé si está bien o está mal
porque por algo es el cura.
No me animo a contarlo
ni a mi padre ni a mi madre.
Capaz que me pegan,
Si desea leer todo el artículo debe loguearse haciendo click AQUÍ.