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Categoría: CRÍTICAS Y NOTAS DE CINE

Esta película tiene sus virtudes y adolece de varios errores que la perjudican.

Entre lo positivo está la buena actuación de profesionales ingleses que le dan el necesario aporte británico al humor que en ella hay.

En lo negativo se suman varios aspectos

 

 (Publicado en diario Cambio)

 

 

 BUEN COMIENZO

  

La historia que se cuenta se inicia bien. Un mapa va señalando el recorrido que hace una camioneta de una funeraria hacia determinado lugar, mientras aparecen los títulos. El chiste es interesante, y se resuelve cuando finalizan estos y comienza la acción donde los de la funeraria se equivocan de cajón. Medido, británico, es un comienzo auspicioso.

 

Lo que sigue continúa atrayendo. Muere el padre de una familia de mucho dinero, en Inglaterra, y la película transcurre en las horas siguientes, durante el velatorio en la propia casa.

  

 

LA HISTORIA

  

Convocados por lo que ocurre llega una fauna muy particular. Desde el hijo, escritor famoso en Nueva York, pasando por una sobrina que arriba estrenando novio, su hermano, traficante de drogas, un enamorado eterno de ésta, con un aire de punk, un cura que está apurado porque tiene otras cosas que hacer, un tío paralítico, otro tío, padre de los dos hermanos antes mencionados, que es muy estricto, un amigo de la familia que carga con los trabajos pesados y finalmente, un enano que, se descubre, tenía una relación secreta con el muerto.

  

La historia es atrayente, y uno espera  un humor británico.

 

 El mismo, por momentos aparece más por los actores que por el texto y la dirección. Pero, justamente, lo que se cuenta termina siendo muy obvio y uno ya puede saber qué es lo que sigue.

 

 Esta película, que debe tener su origen en una obra teatral trasladada al cine, anda por el estilo de La Cena de los tontos, por ejemplo, donde el espectador a la que va dirigida es el matrimonio aburrido y agobiado por lo cotidiano, que puede reírse mucho sin profundizar demasiado en la trama.

 

 Es una pena porque el argumento daba para una delicadísima y divertidísima comedia británica, al estilo de El Quinteto de la Muerte y tantas otras.

  

 

LOS PERSONAJES

 

Aquí eso queda a medio camino. El novio abogado, tímido, que por tomar una pastilla creyendo que es valium, sufre las consecuencias de un alucinógeno y se descontrola y genera caos en el velorio está absolutamente desperdiciado. Más por un actor que tiene mucho más para dar.

  

El traficante, futuro cuñado de la víctima empastillada, aporta sólo una viñeta de humor, en la pérdida constante del frasco de droga, que lleva el rótulo de Valium.

  

El hijo que organizó la ceremonia y que es un apocado hermano del famoso escritor que vive en Nueva York, sobre el cual gira el eje de la historia está bien diseñado, pero no se profundiza sobre los distintos estados de ánimo en los que cae, al tener que pasar por diversas y graves situaciones..

 

El mencionado escritor, un dandy, no luce lo suficiente.

  

La viuda es apenas un apunte.

  

El cura se diluye.

  

El enano que muestra el lado oscuro del padre fallecido termina siendo demasiado obvio en sus intenciones, y la forma de querer sacárselo de encima muestra un humor grotesco.

  

Los tíos (el paralítico y el rígido) aportan algo, y así sucesivamente, quedando todo como en un borrador.

 

  

FINAL HOMOGENEIZADO

 

Lo que sí es imperdonable es el final, donde hay discursos (hacia el espectador) de reconciliación de la pareja, de perdones varios, de reconocimientos de culpa que, tiene que ver, insisto nuevamente, con una tendencia actual del teatro de hacer comedias muy ácidas pero que terminan bien, con lecciones hacia la platea de bondad, convivencia y buenos valores.

 

Esta película merecía, muy a lo británico un final muy distinto, y quizás que finalizara mal para los personajes, o al menos, con un toque de humor negro que la hubiera realzado.

 

Veamos entonces, el guión de Dean Craig, flojo.

 

La dirección de Franz Oz (Las mujeres perfectas, La cuenta final, el show de los muppets, Plaza Sésamo, la tiendita del horror)), correcta pero sin intensificar el humor negro que merecía Muerte en un funeral

  

Las actuaciones: Rupert Graves (V de Venganza) absolutamente desperdiciado.

 

 Ewen Bremner tiene un su haber muy buenas actuaciones pero se destacan Trainspointting y Snatch, cerdos y diamantes. Otro desperdiciado en el papel de amigo de la familia, que hace los trabajos sucios de ésta.

  

Mark Addy es un brillante comediante (Quizás lo más recordado sea su trabajo en Corazón de caballero) pero en esta Muerte en un funeral suena al menos que estaba haciendo algo no muy convencido.

 

 Igualmente puede verse. Es disfrutable y entretiene.

 

Eso sí, si usted tiene humor. Si sabe burlarse de las tonterías que cometemos los humanos.