(Monólogo para una actriz)
Autor: Andrés Caro Berta
Derechos de autor, reservados en AGADU
(La mujer llega de la calle. Entra al living de su casa)
- Sólo mueren los que han vivido… (Va dejando las llaves y el abrigo) Eso es verdad… Ah… Ya lo decía Quevedo: “La vida es un acto que se castiga con la muerte”… ¡Cuánta razón tenía!… (Queda en silencio) Pero qué dolor… (Mira alrededor) Qué grande parece todo… sin él… Cómo llenaba este marido mío… Sí, en todo sentido… Pobre… Tanto que lo hice enojar… No me acostumbro a la idea… ¡¿Por qué te fuiste?! Ahora todo está tan vacío… Claro, tú también me peleabas… No era yo sola… “Que pusiste esto acá”, “Que apagá el televisor”, “Qué, qué, qué…” Eso lo llevó a la tumba ¡Cuando apareció esa chirusa de veintipico! Se enloqueció… ¡Degenerado!, le gritaba yo… ¡Puede ser tu hija!... Pero era bueno… Yo sé que me respetó… Se le iban los ojos, sí, pero nada más… Pobre, yo no lo dejé tranquilo… Fui muy dura con él… Me decía que era peor que la madre… Todas las mujeres tenemos algo de madre… Pero lo cuidé… Gracias a mí consiguió ser lo que fue… Era tan desprolijo… ¡Cómo hacerle entender que debía doblar los pantalones cuando se los sacaba! ¡Se lo decía por su bien! ¡Así te dura más la ropa!... Pero nada, él me decía que era hombre… Hombre… Bueno… Últimamente no hacía honor a su sexo… No sé qué le pasaba… Se cansaba… Yo trataba de excitarlo pero nada… Y me ponía a llorar… “Ya no me querés más; tenés otra, eso es lo que pasa”… desde que nos casamos yo le arreglaba toda la ropa… Le compraba hasta los calzoncillos… ¿Qué voy a hacer con toda esa ropa? ¿Donarla? ¡Qué dolor! No sé si voy a poder con todo lo que me espera… ¡¿Cómo iba a aceptar que Anita viniera conmigo, después del cementerio, con todo el trabajo que tiene?! ¡Y ella insistía! “Dale, mamá, no seas terca”… Ella tiene su vida… ¡Cómo lloraba anoche! Pero lo que importan son los vivos… Y el recuerdo de los que se fueron… (Se sorprende) ¿Qué? ¿Quién es? Pero si estoy sola… ¿Una voz? ¿Quién está hablando?... Debo estar loca… Sentí una voz… Voy a tener que tomar algún calmante… Me estoy sugestionando… Me tomo algo para dormir y… No tengo ganas de nada… Menos de acostarme… Al lado de… Al lado de nadie… Hoy duermo en el comedor y ya está… Tendría que haberle dicho que sí a Anita… Pero no quiero molestar… Ay, Antonio… ¿Por qué te fuiste primero? (Se sobresalta) ¡¿Qué?! ¿Quién anda por ahí? (Revisa con miedo) ¡¿Hola?! Debo estar volviéndome loca… ¡¿Cómo?! ¡¿Que ya lo estaba antes?! ¿Quién es?... Dios mío, ¿qué está pasando? Si… es… un ladrón… Mire, señor… Llévese lo que quiera… Pero este no es el mejor día para asustarme… Un poco de respeto… Esa voz… ¿Antonio? No, debo estar loca… ¿Cómo voy a...? Voy a llamar a Anita… Siento voces… Me estoy volviendo loca… ¿Eh? (Escucha) Es una broma… Una broma de mal gusto… ¿Quién anda por ahí?... No puedo creer que alguien… (Silencio. Escucha) ¿Cómo vas a ser tú, Antonio? (Queda en silencio) ¿Antonio? ¿De verdad? (Confundida) Bueno… Este… Si realmente sos tú… Eh… Este… Dame alguna pista… Algo que yo no sepa… ¿Qué vaya a dónde? ¿Esa silla? ¿Ese pantalón? Ay, dejaste ese pantalón sin lavar, en el comedor… ¡¿Cómo se te ocurre?! No, no, debo estar loca… ¿Cómo? No, nunca revisé tus cosas… Bueno, un poco… Pero en ese hace años que no lo hago… ¿Adentro de dónde? Ah, viejo pillo, si sos tú realmente, me ocultaste cosas… Yo sabía que no me decías todo… El pantalón… Este… (Revisa los bolsillos) No hay nada… Yo ya lo había… Es todo imaginación mía… Este… Perdón… No hay nada… Estoy loca… Hablando con un fantasma… ¿Dónde? En el bolsillo interior… ¿Qué? ¿Tiene bolsillo interior? Mirá, tantos años lavándolo y no me di cuenta… Bolsillo interior (busca) Acá, acá… Hay algo… Dios mío, tengo miedo… Y dígame, señor, sea quien sea, Antonio, si sos vos… ¿Qué voy a encontrar? ¡¿Lo qué?! ¿Una boleta de quiniela? Pero… (Abre y encuentra un papel) ¡Es verdad! ¡Me voy a desmayar! ¿Y por qué está ahí? ¿Una sorpresa? ¿Todavía no se jugó? ¿En serio? ¿Y voy a ganar? ¡Qué estoy diciendo! Pero es verdad, yo no sabía que estaba eso… Antonio, ¿Sos vos? Me siento mal… Me tengo que sentar… Estoy mareada… ¡¿Cómo voy a estar hablando con…?! ¿Estás…? ¿Por qué viniste? ¿Estás bien? ¿Dónde estás? ¿Estás cómodo? ¿Te falta algo? Ay, dios mío, ¿qué estoy diciendo? Esto es un disparate… Si se lo cuento a Anita me interna… Y con toda razón… Yo estoy bien, sí… Bueno, no, no estoy bien… Te extraño… Ya sé, viejo loco… Sí, pero a pesar de todo te quería… Y te necesito… Mirá la casa qué vacía que está… ¡No tenías que haberte muerto! ¡Me dejaste sola! ¡Siempre egoísta! ¡No pensaste en tu hija!... Está bien… Quería acompañarme pero le dije que no… No, no, no soy siempre la misma terca… Es que ella tiene el bebé y… ¿Y ahora qué voy a hacer con las vacaciones que pensábamos tener? Sola no voy a ir… ¿Cómo por qué? Porque no… No es lo mismo… Me siento… desnuda yendo sola… ¡Estúpido, cómo vas a decir eso! Perdoname… Ay, Antonio… ¿No podés volver? En las películas pasan esas cosas… ¿No podés hablar con alguien, por ahí? Ya sé, ya sé… Pero no te preocupes, voy a estar bien… Ahora me doy cuenta de las cosas buenas tuyas… Siempre me di cuenta, pero quería que fueras mejor… Además, tu carácter… Sí, el mío también… Pero, nos llevábamos bien, ¿no? (Se sonríe) Fuimos una linda pareja… Lo que no te perdono es esa chiquilina de veintipico que… No, no soy rencorosa, nunca me aclaraste realmente lo que pasó… Viejo verde… (Sorprendida) ¿Cómo? Nunca tuve que ver con ese muchacho… Mire si… Por favor… No distraigas la conversación… Ay, estoy loca, hablo conmigo misma… Sí, mejor dejemos de lado esas cosas… Antonio, ¿qué querés? Yo estoy bien, estoy bien… Bueno, estoy hecha pelota, pero… No, no estoy bien. Te extraño… Pero no te preocupes… ¿Tú dónde estás? ¿Hay mujeres por ahí? No, siempre lo mismo, no… Es importante… Ah, claro, no me lo querés decir… Ni después de… aflojás… Ya vas a ver cuando yo vaya por ahí, te voy a agarrar de la oreja y… (Se tapa la cara con las manos) Te extraño… Mi vida no es nada sin ti… Sí, ya sé… No te lo dije cuando debí… Pero es la verdad… ¿A qué viniste? ¿A despedirte? Sí, ya sé que no tuvimos tiempo… Fue todo tan rápido… ¡Qué amoroso! Sí, me voy a cuidar… ¿Tú? Afeitate todos los días… Y no dejes la ropa siempre tirada por todos lados… ¿Qué digo? Sí, no voy a dejar de comer… No, eso no… No me pidas eso… El único hombre fuiste tú… Tú también cuidate… No te vayas, esperá un poquito… Sólo un ratito más… Está bien… Entiendo… Pero, cuidate por favor… Y extrañame… Que yo te voy a… (Se queda en silencio, sentada frente al público, con un pañuelo en la mano)
(Apagón)