Acabo de ver una de esas películas que me fascinan. De esas independientes, de bajo presupuesto, donde los actores son en su mayoría desconocidos para el gran público

 

(Publicado en diario Cambio)

 

 

LAS PELÍCULAS QUE ME FASCINAN

 

En ellas se cuentan historias pequeñas, de gente común, pero por sobretodo transmiten que están hechas con amor, con cariño, con calidez

 

Algunas de ellas, por ejemplo: El poderoso, de Peter Chelsom (antes de que Hollywood abaratara su calidad como director, con Hanna Montana entre otras) en la que Sharon Stone hace uno de los papeles más sensibles que le he visto. Ella es madre de un niño con una grave enfermedad pero un gran temple. Conoce él a otro muchacho que vive con sus abuelos y del que se burlan en el colegio por su gordura y pocas luces. Ambos construyen una amistad enorme y el niño enfermo le enseña a vivir a este otro. Así de simple, así de auténtico.

 

Otra, también de Chelsom es Una familia delirante (título en español absurdo para Funny Bones, y que en nada se relaciona con el filme) donde Oliver Platt es hijo de un cómico famoso (Jerry Lewis), quien no deja a ese muchacho crecer en la profesión de humorista. Entonces, Platt parte a sus raíces. Regresa a Blackpool, en Inglaterra y allí hace un casting a artistas callejeros (auténticos) buscando ideas nuevas para reflotar su carrera. Maravillosa.

 

 

ESPERANDO A GUTTMAN

 

Esta, Esperando a Guttman (que por estos lares se la conoció como Festejos y talentos) es una de esas que me gustan. Llegó a mis manos a través de un paciente que pasó como un viento por mi consultorio, llegado de Australia y partiendo para Buenos Aires. Gracias, de todo corazón

 

La historia que cuenta como un falso documental, es pequeña. Es de gente común, de cómo la creatividad está en todos nosotros y sólo basta que la ejercitemos para conocer nuestras potencialidades

 

También es la historia de perdedores, de los que nunca van a llegar, de los que con talento se pierden irremediablemente en la oscuridad

 

Cuenta lo que ocurre en un pueblito de Estados Unidos, Blaine, en  Missouri que está por cumplir 150 años. Para ello las autoridades invitan a un director de teatro lugareño, Corky, que estuvo en Nueva York a que monte un espectáculo que será la atracción principal para dicho festejo.

 

Así, este hombre (que perdió su oportunidad en Broadway y sueña con volver allí) se pone al frente de un grupo de habitantes de dicho pueblo (el dentista, un agente de viajes y su esposa, una empleada de la heladería, y otros) y los convierte en artistas para orgullo de sus coterráneos.

 

Para los que dirigimos teatro es un placer, además, que se muestren los ensayos y entre telones de lo que luego se representará, que en definitiva es la parte más hermosa y creativa que, lamentablemente el público se pierde

 

Pero además todo respira un aire pueblerino, donde los habitantes se emocionan viendo sus propias historias, y la del héroe local, Blaine Fabin. Hasta el propio Corky cree que puede llevar esa representación escolar a Broadway, lo que da una enorme ternura a ese retrato de gente común

 

El final es un despertar del sueño y reconocer la realidad, que no siempre es la que uno desea. Unos a partir de esas experiencias descubrirán nuevos rumbos, otros caerán nuevamente en la rutina.

 

Lo que valoriza a esta película es ese retrato de un humor inocente, que no ridiculiza a sus personajes, y por el contrario les observa con una mirada cargada de ternura

 

Esta producción norteamericana de 1996 estuvo escrita (junto a Eugene Levy que también actúa), dirigida, musicalizada (con Michael McKean, Harry Shearer) y actuada por Christopher Guest, acompañado por Deborah Theaker, Michael Hitchcock, Scott Williamson, Larry Miller, Don Lake, Fred Willard, Catherine O'Hara, Parker Posey, David Cross, Eugene Levy, Bob Balaban, Paul Dooley 

 

 

¿QUIËN ES CHRISTOPHER GUEST?

 

Es un cineasta y comediante norteamericano, brillante especialmente en jugar al Mockumentary o documental falso. 

Se destaca el guión de This is Spinal Tap! (1984) dirigida por Rob Reiner que narra una gira americana de un supuesto grupo inglés de heavy, Spinal Tap (Inyección en la espina dorsal) Allí, Guest interpreta a un tonto guitarrista Nigel Tufnel (El grupo trascendió a la película y se mantuvo dando conciertos y con gran notoriedad, al punto de estar incluidos en un capítulo de los Simpsons)

 

Luego hizo The Big Picture (1989) con Kevin Bacon, mostrando las desventuras de un recién iniciado director en Hollywood, en un tono agridulce

 

Recién en 1996 reapareció con esta Esperando a Guffman. Lamentablemente, las tres películas no han pasado por las salas cinematográficas de este país, y sólo esta última llegó a los anaqueles de los video clubs 

 

Luego realizó Best in Show (2000), conocida también como Very Important Perros, sobre dueños de perros más animales que sus mascotas a las que llevan a concursar en el medio Oeste norteamericano, donde el propio director actúa como un torpe y grosero vaquero que presenta a su animalito a dicho certamen 

 

Le siguió Mighty Wind (2003), otro falso documental sobre un grupo de Folk y finalmente la mordaz For your consideration (2003) donde se burla de actores, directores y productores desesperados por ganarse un Oscar, jugando desde el título con una frase hecha célebre en cada entrega de esos premios

 

Aquí cuenta entre otros con la hermosa Parker Posey (la vendedora de helados), la brillante y lamentablemente usada como eterna actriz secundaria Catherine O’Hara, Fred Willard y Eugene Levy, estupendo comediante que vivía olvidado y que a partir de este filme fue contratado para varias películas que, lamentablemente son pésimas, como por ejemplo American Pie

 

Hay que buscar donde se pueda, las películas de este poco conocido en nuestros países, Christopher Guest porque son signo de disfrute y calidad

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